Holy Angels Church of the Deaf

Del Pastor

Queridos Amigos en Cristo,

Han pasado casi 32 años desde que el Arzobispo Mahony hizo realidad el sueño de un pequeño grupo de personas católicas sordas al ofrecerles su propio lugar de culto, en el que ellos, junto con sus familias, pudieran ofrecerle a Dios sus oraciones, esperanzas y vidas dentro de su propio y único lenguaje y experiencia de vida. Años de oración, discusión y, finalmente, de confianza en el Espíritu Santo los llevó a pedirle al Arzobispo esta parroquia especial. Ellos querían permanecer, por supuesto, en completa comunión con la Iglesia Católica universal, pero sabían que su comunidad y sus vidas espirituales individuales siempre se verían comprometidas si ellos no tuvieran la oportunidad de orar a su manera y de acuerdo a sus propias necesidades. Nuestro Señor respondió a sus oraciones y le agradecemos todos los días por este precioso don de Holy Angels Church of the Deaf.

Cuando aceptamos este don, nos comprometimos a apoyar y cuidar de nuestro hogar espiritual. A lo largo de los años, hemos mantenido los edificios de nuestra parroquia pero, como sucede con cualquier “hogar”, en ocasiones el cuidado y las reparaciones diarias no son suficientes. A veces, nos enfrentamos con retos más grandes, más significativos. Nuestros edificios tienen varios problemas que debemos abordar, los más apremiantes son los techos de los edificios de las oficinas y del salón. El costo de reemplazar estos dos techos es de aproximadamente $32,000.

Este proyecto puede parecer fuera del alcance de nuestros medios. Sin embargo, el Arzobispo José Gómez nos está llamando a confiar nuevamente en el Espíritu Santo a través de nuestro apoyo a un nuevo programa de financiamiento —Llamados a Renovar— para la parroquia Holy Angels Church of the Deaf y para todas las demás parroquias de nuestra Arquidiócesis. Como conozco su amor por nuestra Iglesia, creo que podemos lograr nuestro objetivo si todos participamos y contribuimos. Mediten, por favor, en su corazón, confíen en el cuidado de Dios hacia ustedes y hagan una donación a esta digna causa. ¡Tenemos tantos maravillosos ministerios y programas que sería una pena tener que llevar paraguas cuando nos reunimos debido a la lluvia que se filtra a través de los agujeros del techo!

Paz en Cristo,

P. Thomas Schweitzer