Dios de amor y Dios de vida,
Te damos gracias por tus bendiciones.
Especialmente el don de la vida y el don de la fe.
Padre, danos sabiduría y coraje
y guíanos como llamamos Tu familia
aquí en Los Ángeles a renovación.
Ayúdanos a levantar una nueva generación de discípulos misioneros para proclamar la buena nueva de Tu misericordia y servir a nuestros
hermanos y hermanas necesitados.
Llénanos de tu Espíritu,
para que podamos llamar Tus hijos e hijas
ser sacerdotes y diáconos y religiosos consagrados para dedicar su vida a Ti;
para que llamemos a Tu Iglesia para que traiga sanación
a los enfermos y amor a los pobres y a los que están en prisión; que llamemos a nuestros jóvenes
a buscar Tu hermoso plan para sus vidas.
Padre, danos a todos nueva emoción para seguir a Jesús
y para servirte con todo nuestro corazón y todas nuestras fuerzas. Aumenta nuestra fe y danos confianza para ofrecerte nuestros dones, nuestros talentos y nuestro tesoro —
para que podamos encontrar nuestro verdadero tesoro en el cielo contigo.
Confiando en el tierno amor de nuestra Santísima Madre,
Reina de los Ángeles, pedimos todo esto en el nombre de Tu Hijo, Jesucristo.

Amén.